Con empresas cada vez más activas en mercados exteriores, uno de los grandes retos en los procesos de internacionalización es el factor humano, al ser este determinante en el éxito de la estrategia internacional. Por ello es fundamental realizar una buena planificación y gestión del programa de movilidad laboral internacional, algunas claves:
– De las primeras consideraciones a la hora de planificar un buen programa de movilidad laboral internacional será determinar la persona elegida para la asignación internacional, bien sea interna o externa. La selección de la persona es un elemento clave en el buen desarrollo del desplazamiento internacional y por ello debemos de dedicarle el tiempo necesario y contar con las herramientas/recursos adecuados.
– Gestión del trabajador expatriado, cuando hablamos de expatriación no solo deberíamos de pensar en los aspectos jurídicos/legales y cómo afrontarlos, sino también en la gestión del personal expatriado. Un sistema de comunicación planificado en el que se informa al trabajador de cada uno de los aspectos que va a incidir en su relación laboral durante el desplazamiento, así como la planificación del retorno y la gestión de la adaptación cultural marcará la diferencia.
– Aspectos laborales, el desplazamiento de trabajadores al exterior requiere de una planificación minuciosa de los aspectos que afectaran a la relación laboral. Como por ejemplo la ley que resultará aplicable a la relación laboral, que jurisdicción será la competente en caso de conflictos laborales durante el desplazamiento o los efectos sobre la relación laboral de origen entre otras cuestiones, como pueden ser las cotizaciones a la seguridad social, cobertura médica o accidentes de trabajo en el extranjero.
– Aspectos fiscales, lo primero que tendremos que determinar es la residencia fiscal del trabajador a expatriar, factor crítico a la hora de realizar una buena planificación fiscal previa al desplazamiento tanto desde el punto de vista de la empresa como del trabajador. Igual de importante es conocer las herramientas de optimización fiscal o utilizar adecuadamente las ventajas fiscales que ofrece nuestro ordenamiento jurídico. Alguno de estos incentivos fiscales a la expatriación son el régimen de excesos, dietas exceptuadas de gravamen y la exención por trabajos efectivamente realizados en el extranjero, comúnmente conocido como 7p; todos ellos ofrecen la posibilidad de reducir la presión fiscal de la remuneración de una forma considerable.
– Inmigración, importantísimo tener en cuenta la política de inmigración del país de destino a la hora de planificar la movilidad internacional de trabajadores, fuera de la UE seguramente será necesario obtener un visado/permiso de residencia y trabajo; por lo habrá que revisar la normativa aplicable en cada caso para evitar problemas con las autoridades competentes en el país de destino.
Debido a la casuística tan variada que se puede dar en el desplazamiento de trabajadores al extranjero, las diversas legislaciones en juego y la necesidad de abordarlos desde una perspectiva integral; es necesaria una planificación minuciosa e individualizada de cada uno de los casos. Contar con personal y/o asesoría de un profesional especializado nos ahorrara problemas que se podrían haber previsto, nos ayudará a mantener una relación laboral sin tensiones y nos facilitara la retención del personal con experiencia internacional.
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